Su novela debut, publicada en 2001, sumerge al lector en la asfixiante historia de cuatro jóvenes malditos, atrapados en una ciudad muy oscura en la que siempre llueve y de la que jamás logran salir. El autor comienza a perfilar en esta novela los temas centrales que formarán el esqueleto de su narrativa futura: la soledad y la sordidez de la naturaleza humana, así como la desolación existencial y la oscuridad interior inherente a cada persona. Personajes como “El Profe” (que recibe su apodo por “Profeta” y no por “Profesor”, ya que está siempre prediciendo las desgracias que les van a acontecer) o Sonia, la única mujer del grupo y amante ocasional del narrador, empeñada en tatuarse el cuerpo entero como si no tuviese piel y sus músculos estuviesen expuestos al aire, fueron alabados por la crítica y los lectores. Escrita con un ritmo veloz y estructurada en breves secuencias casi cinematográficas, “Bajo Hielos Eternos” es un peldaño imprescindible para comprender el resto del lúgubre universo del autor.